Como hijo de poeta y político nicaragüense en el exilio, desde temprana edad estuve rodeado de artistas, pintores, músicos, escritores y poetas que habían buscado refugio en México tras la Guerra Civil Española, así como en diversos países de Centro y Sudamérica. Como poeta visual, con más de 40 años dedicados a traducir el lenguaje de la poesía en objetos cotidianos. Mis creaciones reflejan una forma particular y comprometida de expresión, acompañada de un notable sentido del humor. Desde niño, siempre fui inquieto y hábil con las manos. En México, a finales de los años 70's, no me sentí identificado con la gran influencia de la llamada Escuela Mexicana de Pintura, el Folklore o el Arte Popular Mexicano; más bien, mi atracción e intereses se centraban en movimientos y corrientes artísticas europeas como el Dadaísmo, el Surrealismo y el Arte Povera. Así, decidí ser autodidacta e incursionar en la aplicación de mi trabajo artístico en oficios como la carpintería, el tallado en piedra y madera, la fundición de metales y vidrio, la soldadura, así como en el manejo de plásticos, siliconas y ácidos. Años más tarde, tras concluir mis estudios en Museología y museografía, Restauración y Conservación de las artes utilizando así esas técnicas a mi discurso visual.