Semblanza

Objeto del arte: hacernos sensibles al tiempo y al espacio. Fabricarnos un espacio y un tiempo humanos, hechos por el hombre, pero sin que dejen de ser el tiempo y el espacio.

Los versos. No “superan el listón” mientras creen para el lector un tiempo nuevo. Y como la música (Valéry), un poema sale del silencio y vuelve al silencio. Simone Weil

Para mí, ha sido un acontecimiento descubrir el valor de la meditación, el silencio y la búsqueda de luz en el vacío. Desde el plano artístico, no veo posible alcanzar una nueva dimensión sin transitar por cierto abandono de la razón.

La presencia de la tela como gran protagonista en mi obra me permite trabajar en la búsqueda de la intervención necesaria. Mi intención es ser un puente entre la tradición del paisaje europeo y oriental, de modo que el cuadro no sea solo una mirada hacia afuera, sino también hacia el cosmos interno del espectador. Pintar es buscar la unidad de lo fragmentado desde el vacío.

Cada pincelada sobre la tela es una apuesta de luz en la incertidumbre, una manera de desgarrar el misterioso equilibrio entre la necesidad y la gratuidad. Un espacio sin pintar, un lugar sin discurso que sostiene todo el discurso. Un lugar donde fragmento y unidad están en concordancia poética. El carácter vacío de la tela se convierte en némesis del silencio y los alientos vitales. Este es, para mí, el verdadero microcosmos al que aspiro sobre mis telas.